“Es la ilusión de todos los días”,  “el frotar se va a acabar”, “tres Avemarías y un Padrenuestro”, “no más pelos”, “envejeceré a tu lado”, “en lo bueno y en lo malo”, “tengo la razón “, “blanqueamiento en 10 minutos (orto, dientes, línea alba...)”, “adiós a las varices, sin dolor”, “hamburguesas de carne (McPotal’s)”, “BOX (tu boz)”, “la jubilación en Benidorm”, “anticelulíticos”, “matrimonio”,  “el pan natural”, “made in Bangladesh”, “busca, compara y si encuentras algo mejor.... denúncialo “

Yo no sé si nos tratan de tontos, si somos tontos o nos conviene hacernos los tontos para recurrir al “es que yo no sabía....”.

Mirándome al espejo descubro una tonta, TONTA mayúscula y echo la vista atrás, y, aún, siendo más tonta hoy, descubro la cantidad de timos que me ha metido la vida, en forma de publicidad, promesas, premisas y prisas, a golpe de acelera o se lo lleva otra... u otro. 

Me he convertido al Corán del RÁCANO/A porque ha sido el único modo que he encontrado de evitar ser más tonta (si esta posibilidad aún cabía).

Mi bolsillo y yo agradecemos al EURO (el mayor de los timos que nos han metido por toda la escuadra), por haberme obligado a meditar frente a la caja tonta (sabia descripción que hacía mi abuelo de la TV) durante los anuncios milagros (“volvemos en 14 minutos...). Me quedo con las ganas (o no) de saber si aquel anticelulítico funcionaba de verdad.