La radiación emitida por las pantallas de ordenadores o móviles es otro de los causantes de que la piel sufra envejecimiento prematuro.

Más del 60% de las personas desconocen estos efectos.

¿Te proteges de ellas?

Demasiada exposición a la luz emitida por los dispositivos electrónicos e incluso las luces led, podría causar efectos negativos en la salud cutánea; como estrés oxidativo producido por los radicales libres, reducción y/o muerte de las células de la piel.

La exposición excesiva a la luz azul puede incrementar las líneas de expresión, las arrugas y las ojeras, incluso acentuar las manchas.

La luz que emiten las pantallas es del tipo artificial, con gran elevación de energía y se encuentra en la misma banda ultravioleta de la luz solar. Estas luces no solo causan efectos sobre la piel, también tienen impacto sobre los ojos, el ritmo circadiano y el ciclo del sueño, hay estudios que asocian la alta exposición con los problemas del insomnio sobre todo si los usas en la cama o antes de dormir.

En un artículo publicado en 2018 en The Jounal of investigative dermatology detalla que las luces azules generan la activación de los melanocitos que son los encargados de aumentar la melanina en la piel y provocan más pigmentación porque estos ascienden a las capas más superficiales de la piel. Las personas que más podrían sufrir riesgo de hiperpigmentación serían las que tienen la piel más oscura, es decir que poseen un fototipo alto, esto es debido a que sus células cuanto más oscura es la piel, más melanina producen.

Otras personas que pueden tener más riesgo son las personas que se realizan peelings en el rostro, las embarazadas o las personas con la piel delicada, ya que se encuentran más sensibles en los momentos de la radiación luminosa.

Otro riesgo para la piel es la deshidratación, según estudios puede alterar la síntesis de las proteínas que componen la piel y hay evidencia sobre los efectos que causa esta emisión de luz en el estado de hidratación de la piel y la barrera cutánea.

No todo está perdido.

Es posible cuidar la piel de estas luces azules y para ello debes agregar a tu rutina de cuidados diarios un protector solar que sea específico y que asegure que también protege de estas luces azules.

Limitar el tiempo en las pantallas y buenos hábitos de limpieza y cuidados, así como una buena alimentación y algo de deporte al aire libre, contribuyen a proteger y a que tu piel esté más saludable.

Ana Martínez Asesora de Biorki

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