El lado oscuro del desodorante convencional y por qué cambiarlo por uno ecológico
Hay quien duda aún de que sudar es bueno, sudar es la función fisiológica que nos permite, eliminar toxinas y sustancias de desecho, mantiene un Ph corporal sano y nos regula la temperatura.
Tenemos unas glándulas llamadas sudoríparas que son las encargadas de regular nuestra temperatura corporal y al empezar a transpirar provocan el sudor. En el cuerpo humano hay entre 3 y 4 mil de estas glándulas.
Transpirar es un proceso normal, y dependiendo de la glándula que se vea afectada puedes notar la sudoración en la espalda, la ingle o los pies, pero las más comunes son la axilas, la frente y las manos.
Aunque el sudor es inodoro, las bacterias proliferan porque se encuentran en su “hábitat” y son las causantes del desagradable olor del sudor.
La sudoración excesiva y dependiendo del momento, puede ser algo muy molesto en nuestro día a día. Pero la falta de transpiración también es un problema para nuestra piel.
Los desodorantes convencionales por regla general son antitranspirantes y actúan impidiendo que el sudor salga de tu cuerpo, esta acción la producen los compuestos de aluminio que tapan físicamente los poros para que el sudor no salga.
Un desodorante natural en lugar de tapar, respeta la sudoración necesaria para nuestro organismo, a sí mismo están formulados para eliminar las bacterias causantes del mal olor, pero sin interferir en los procesos naturales.
Tapar los poros en zonas delicadas como las axilas provoca que se acumulen tóxicos dentro de nuestro organismo y esto puede derivar en enfermedades a medio-largo plazo.
En el año 2.020 fallecieron en España 2.832 mujeres por cáncer de mama.
Los químicos que contienen los desodorantes son disruptores endocrinos (Dr. Nicolás Olea, catedrático de medicina y jefe del departamento de investigación radiológico y medicina física en la Universidad de Granada y coordinador de investigación en el hospital clínico de Granada) hace más de veinticinco años que estudian los tóxicos en la cosmética y han comprobado que la cantidad de tóxicos que hay en las mamas de las mujeres es muy grave, y esto aumenta cada año la incidencia del cáncer más frecuente en la mujer, el cáncer de mama.
Hace años las mujeres con cáncer de mama tenían en torno a los 45 años pero hoy en día hay casos de mujeres con menos de 30 años.
Si sólo puedes hacer un cambio en tu rutina, la mejor opción es cambiar el desodorante de farmacia o supermercado por uno ecológico. Un desodorante ecológico puede que te cueste algo más caro, pero la durabilidad es también mayor.
Usar desodorantes ecológicos es decir que no contengan en su formulación ni un solo tóxico a día de hoy debería ser obligatorio, yo escribo estas letras y si de aquí alguien ve realmente la importancia y se pasa a los desodorante buenos, para mi a valido la pena.
Hay numerosos estudios científicos que vinculan los tóxicos con los desodorantes, con el cáncer de mama y con las hormonas.
Para elegir un buen desodorante fíjate bien que NO lleve:
Parabenos.
Triclosán.
Fenoxietanol (phenoxyetanol)
PEG.
Clorhidrato de aluminio.
El bicarbonato puede irritar algo la piel, pero los desodorantes que llevan este componente son buena opción para las personas con sudor más fuerte, también hay muchos que no lo llevan, déjate aconsejar.
Envasados en vidrio, cartón o metal son la mejor opción, porque a su vez ayudamos a no contaminar tanto el medio ambiente.
Los beneficios de usar un desodorante ecológico son:
- Combaten las bacterias responsables del mal olor.
- No obstruyen el poro, dejan que la piel respire de forma natural.
- Son nutritivos e hidratantes gracias a la combinación de aceites vegetales o mantecas como Karité o Mango.
- No contienen productos químicos nocivos.
- No contienen alcohol, parabenos ni aluminio.
- Sin fragancias químicas artificiales.
La mayoría de marcas:
No dejan marcas en la ropa.
Son 100% biodegradables.
No contienen plásticos.
Sin alcohol.
Sin gluten.
Veganos.
Esto es importante; el cambio de un desodorante químico o antitranspirante a un desodorante natural tiene un periodo de transición de entre 2 y 4 semana, (depende de la cantidad de química acumulada en el cuerpo) en este tiempo las axilas eliminan los ingredientes que taponan los poros. Dale tiempo a tu cuerpo y después de este proceso disfruta de la seguridad de un desodorante natural.
En Europa está prohibido testar en animales para la fabricación de cosmética ecológica, sin embargo hay países como China que es obligatorio.
Ana Martínez Asesora de Biorki
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