Beber agua no solo es necesario para calmar la sed, el 20/25% de nuestra piel se compone de agua y el resto está repartida por todo el cuerpo humano.

Es un error pensar que la piel deshidratada es una piel seca. Una piel está deshidratada porque le falta agua, y puede ser seca, mixta, grasa, etc.

La piel deshidratada es un estado generalmente temporal, no es un tipo de piel.

La epidermis es la capa más superficial de la piel, está compuesta por células, es autorrenovable y la responsable de protegernos del calor, la abrasión, los microbios, diversas sustancias químicas y es resistente al agua, entre sus funciones está la de protegernos de la deshidratación.

 La piel tiene un factor natural de hidratación que se compone de moléculas, entre estas encontramos un excelente humectante que se llama glicerina, tenemos urea y ácido láctico. Estos componentes se pueden encontrar en la mayoría de las cremas hidratantes.

Tenemos la capa córnea que es la más externa de la piel y está compuesta por lípidos que aseguran que la capa hidrolipídica funcione correctamente a la vez que garantizan que el agua no se evapore.

 Y tenemos acuaporinas que son proteínas de membrana que funcionan como canales o poros a través de los cuales las células transportan específicamente agua.

Síntomas de una piel deshidratada:

•     Piel apagada, sin brillo.

•     Picor, rugosidad o descamación.

•     Aparición de arrugas.

•     Tirantez.

•     Falta de luminosidad.

 Para tener una piel hidratada debemos:

•     Salir a dar paseos evitando lugares de contaminación alta.

•     Aumenta la ingesta de líquidos en infusiones y lo que más agua pura.

•     Evitar ambientes muy secos o el viento.

•     Tomar frutas (sandía) o verduras (pepino) ricas en agua.

•     Usar productos para la limpieza facial suaves y que no sean agresivos.

•     Exfoliar la piel una vez a la semana o cada 10 días.

•     Mejor no fumar ni beber alcohol.

La ingesta de medicamentos puede deshidratar también tu piel, cuidado con los tratamientos antiacné.

Para que tu piel vuelva a ser la que era debes cuidarla y tener ciertas atenciones:

Limpiarla a diario te recompensará quitarte de encima el polvo, el exceso de grasa, el maquillaje o la polución. Verás el cambio desde el primer día.

Usa los que son tipo bálsamo o leche.

Lo primero que no sean agresivos tipo jabones sólidos (no apropiados).

Mascarilla facial que te reparen la piel, también tienes productos 2 en 1 mascarilla y peeling, que son ideales.

Exfoliante enzimático cada 10 días, sus enzimas son capaces de renovar la piel de forma natural, es el mas apropiado para la piel sensible o delicada.

Usa un sérum con ácido hialurónico su función es retener el agua y con vitamina C para que reparen el daño oxidativo y mejora la barrera hidrolipídica.

No te puede faltar una crema hidratante-nutritiva adecuada o un aceite revitalizante.

Si sigues todos estos consejos volverás a tener una piel sana y bella.