OPERABAN EN VALENCIA, ALICANTE Y MURCIA
La Policía Nacional detiene a 31 personas en una operación contra la venta y distribución de anabolizantes y esteroides
Los medicamentos prohibidos eran importados a España desde Portugal y Bulgaria por vía terrestre, mediante vehículos, y a través de empresas de paquetería. La distribución era realizada en tiendas de nutrición deportiva y en repartos diarios personales que abarcaban casi toda la Comunidad Valenciana.
Las investigaciones se iniciaron en junio del año pasado, tras detectarse que diversas personas se estaban dedicando a la distribución de productos anabolizantes encubiertos en una tienda de nutrición deportiva. A raíz de las primeras investigaciones, se descubrió que también facilitaban dichas sustancias a otras personas relacionadas con establecimientos de suplementos deportivos y gimnasios, así como a deportistas vinculados al culturismo.
Según avanzaba la investigación, los policías localizaron los puntos más importantes de distribución así como la infraestructura que utilizaban para introducir los medicamentos en nuestro país, procedentes principalmente de Portugal y Bulgaria. Las pesquisas se centraron en los dos principales miembros de la organización, un hombre de 56 años, propietario de una tienda de nutrición deportiva, y otro varón de 53 años, encargado del reparto diario de las sustancias tanto de forma personal como visitando establecimientos de nutrición y centros deportivos.
Los agentes detectaron que la distribución abarcaba prácticamente toda la Comunidad Valenciana, principalmente localidades de Valencia -Manises, Sedaví, Alfafar, El Puig de Santa María, Xativa, Agullent, Silla, Burjasot, Puzol, Sagunto y Gandía- así como en Castellón y en la provincia de Alicante.
Tras varias gestiones se logró identificar a otro de los principales miembros de la organización, un ciudadano búlgaro de 36 años que era el principal proveedor de los otros dos investigados. Además contaba con diversas personas trabajando para él, localizándose una nave industrial en la población valenciana de Llosa de Ranes que empleaba como almacén y centro neurálgico de sus actividades.
La investigación también destapó que la organización disponía de un grupo de personas que se encargaba de sustraer sustancias hormonales (que eran los productos más cotizados) de diversos hospitales de Valencia, ya que sus miembros trabajaban en empresas vinculadas a estos centros.
Operación llevada a cabo en cinco fases
Finalmente, la investigación se explotó en cinco fases, dada su complejidad. En la primera se realizó una división de las personas que componían la organización: los que la dirigían, los que facilitaban la infraestructura y los que distribuían las sustancias. También se definió la estructura del grupo dedicado a sustraer los medicamentos hospitalarios.