Teniendo en cuenta que las medidas adoptadas hasta este momento, no están siendo eficaces para controlar el comportamiento incívico de algunas personas, la Policía Local va a aplicar una mayor rigidez en la interpretación de las circunstancias que eximen del cumplimiento de la obligación de permanecer en el domicilio:

De este modo:

• No se permitirá pasear al perro lejos del domicilio, como mucho a 300 metros de la vivienda.

• Se comprobará con el microchip si el perro es propiedad de la persona que lo lleva o de quienes vivan en la misma vivienda.

• No se entenderá justificada la estancia en la calle para compras de pequeñas cantidades, tales como un paquete de galletas o un kilo de legumbres.

• Se solicitará el ticket de compra y éste deberá ser, como máximo, de la media hora anterior.

• No se permitirá estar en las vías públicas amparados por un justificante de trabajo, salvo que sea con la antelación indispensable para acudir al lugar donde se desarrolla el mismo o del puesto de trabajo al domicilio.

• En general, se denunciarán todas aquellas acciones que se entiendan como excusas infundadas para no respetar las limitaciones a la circulación establecidas por el Real Decreto que regula el estado de alarma.

En su comunicado la Policía Local de Tudela pone de relieve que a pesar de que la mayoría de la ciudadanía está respetando las limitaciones a la circulación, establecidas por el Real Decreto que dispone el estado de Alarma, se está detectando un mayor número de personas que, mediante la “picaresca”, están haciendo una mala gestión de las excepciones en el cumplimiento de las citadas limitaciones.

“ Son cada vez más los casos en los que nos encontramos con personas que se inventan excusas para salir de sus domicilios, tales como salir varias veces al día a realizar pequeñas compras, como por ejemplo un kilo de arroz o 100 gramos de jamón o un litro de leche. También estamos detectando personas que salen a pasear al perro y se hacen un paseo de varios kilómetros por la ciudad".

“Estas personas no son conscientes de la gravedad de la situación. No se dan cuenta que hay colectivos que, para garantizar el abastecimiento, el bienestar y la seguridad de la ciudadanía, se están jugando su salud, incluso la vida.”