Desde el pasado día 15 la Policía Foral ha recogido 22 denuncias por posibles casos de violencia de género, doméstica o en el ámbito familiar, con diez personas detenidas. En muchas ocasiones, se trata de situaciones muy difíciles de detectar si no es por la colaboración de vecinos o familiares que puedan tener conocimiento o sospechar que se puede estar produciendo algún tipo de agresión física o psicológica sobre una persona.

En este sentido, Policía Foral anima a solicitar intervención policial a toda víctima de violencia o malos tratos, y se suma la campaña puesta en marcha por el Gobierno de Navarra y el INAI, y llama a la toda la ciudadanía a involucrarse cuando se tenga sospechas de que otra persona pueda encontrarse en esa situación. La colaboración ciudadana es esencial en este tipo de casos, y se asegura la absoluta confidencialidad del alertante.

Además, se está aumentando la frecuencia con la que se controla la situación de víctimas de violencia de género, a pesar de que muchas viven separadas de sus agresores y el actual sistema de alarma dificulta posibles acercamientos.

En la actual situación de confinamiento gran parte de la población se ve obligada a pasar la mayor parte del día en el domicilio, incrementándose en ocasiones la posibilidad de que surjan disputas e incluso casos de violencia.

Por ello los avisos de vecinos ante posibles agresiones son muchas veces la única forma de intervenir y ayudar a la víctima. A modo de ejemplo, agentes de la comisaría de Policía Foral en Tudela acudieron recientemente a un domicilio, donde se habían escuchados gritos de mujer.

Al llegar, los policías constataron que alguien desde el interior de la vivienda pedía auxilio, por lo que accedieron al domicilio y encontraron a un varón que estaba golpeando a su madre.

El agresor fue detenido inmediatamente, mientras que la víctima recibió asistencia desde el primer momento.