Apoyando a más de 700 millones de personas en todo el mundo frente a la COVID-19
Desde el inicio de la pandemia, el voluntariado de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ha estado en la primera línea de respuesta, acompañando a las personas y comunidades en mayor situación de riesgo en todas partes.
Aunque nadie ha podido esquivar los efectos de la COVID-19, sus consecuencias no se han sentido de la misma manera. Esta crisis humanitaria se define por las profundas y persistentes desigualdades, tanto por las personas que se encuentran en mayor riesgo como por la manera en la que el mundo ha respondido. Desde el inicio de la pandemia, hemos visto como el impacto del virus discrimina en su impacto a las personas mayores, a las personas con condicionantes previos de salud y a las personas que tienen menos medios para aislarse y protegerse. Aunque las desigualdades están presentes en todos los países, son más pronunciadas para las personas que viven en países afectados por crisis humanitarias.
El despliegue de las vacunas COVID-19 representa una brizna de esperanza para millones de personas cuya vida se ha visto drásticamente afectada. Sin embargo, es crucial asegurar el acceso equitativo a las vacunas en todo el mundo. Mientras que los países de altos y medianos esfuerzos concentran la mayoría de sus esfuerzos en un despliegue rápido y a gran escala de la vacunación COVID-19, algunas estimaciones apuntan a que llevará años hasta que los países con menos ingresos alcancen la cobertura de inmunización necesaria. Es esencial que las personas más vulnerables y marginadas – refugiadas, migrantes, en exclusión social, con discapacidades, en zonas en conflicto… - puedan acceder a las vacunas en todas las geografías.
La pandemia de COVID-19 es mucho más que una crisis de salud y tiene un impacto profundo en la pobreza, el desempleo y la inseguridad. El Programa Mundial de Alimentos (PNUD) estima que más de 100 millones de personas se han visto empujadas a la amenaza de la pobreza extrema (superando ya las estimaciones del primer semestre de 2020). De acuerdo a la información de la Organización Internacional del Trabajo, el impacto en el empleo es extremadamente negativo, con el equivalente a 225 millones de trabajos a tiempo completo perdidos en 2020. Las desigualdades existentes aceleradas por la pandemia han afectado drásticamente al acceso de las personas a la educación, creando nuevas desigualdades para personas que antes tenían acceso a la educación como consecuencia de las medidas de confinamiento y la reducción de los ingresos de los hogares.
Respuesta sin precedentes de la Cruz Roja y la Media Luna Roja
“Por estos motivos, la Cruz Roja y la Media Luna Roja ha puesto en marcha una respuesta local y global sin precedentes; Desde el inicio de la pandemia, nuestro voluntariado ha estado en la primera línea de respuesta, acompañando a las personas y comunidades en mayor situación de riesgo en todas partes y ya ha atendido a 700 millones de personas afectadas por la pandemia”, recalca María Alcázar, directora de Cooperación Internacional de Cruz Roja Española.
La respuesta se basa en tres pilares: la salud, la intervención frente al impacto socioeconómico y el apoyo a la respuesta local. “Nuestra intervención se fundamenta en la convicción de que nadie estará a salvo hasta que todo el mundo lo esté”, señala la portavoz de Cruz Roja.
Intervención en materia de Salud:
Controlar la pandemia, reducir los riesgos de trasmisión y mantener el acceso a los servicios esenciales de salud son la base para reducir los impactos en la salud y para poder reconstruir los medios de vida y la recuperación social y económica. Para ello, se ha adoptado un enfoque que aborda distintas facetas sanitarias como el agua, saneamiento e higiene, para contribuir a la continuidad de los cuidados desde la comunidad hasta los servicios especializados.
Entre las principales medidas abordadas está el control de la epidemia (tests, seguimiento de contactos...), la comunicación de los riesgos, la prevención y control de la infección y agua y saneamiento, la salud mental, los servicios de ambulancia para casos COVID-19 o la gestión de fallecidos. Una de las acciones clave a partir de ahora es el apoyo a las campañas de vacunación, tanto en sensibilización como en el apoyo a los sistemas públicos de salud.
Sólo a través de la intervención en sensibilización, comunicación de riesgos y promoción de medidas de prevención se ha atendido a 650 millones de personas.
Intervención frente al impacto socioconómico:
A medida que las consecuencias negativas en los medios de vida, la seguridad alimentaria, la desnutrición, la desigualdad, etc. son cada vez más evidentes y que crecen las proyecciones que estiman que podrían tener un impacto más profundo y duradero que las afectaciones relacionadas con la salud, las actividades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja se enfocan y se tendrán que enfocar cada vez más también en esta prioridad.
Las acciones desarrolladas se centran en apoyo a la recuperación, protección y diversificación de medios de vida y seguridad económica de los hogares, cobertura de necesidades básicas relacionadas con la alimentación, higiene, etc. a través de la distribución de insumos y de tarjetas monedero o cupones, protección social, cohesión y apoyo a grupos vulnerables con programas que contribuyan a la reducción de la exclusión, aborden la violencia y apoyen la educación, alojamiento y asentamientos, especialmente en contextos urbanos, (los más afectados hasta la fecha por la pandemia), y la participación comunitaria y rendición de cuentas y mecanismos de retroalimentación comunitarios.
Sólo a través de la distribución de alimentos y artículos de primera necesidad, la Cruz Roja y la Media Luna Roja han atendido a 80 millones de personas.
Apoyo a la respuesta local
Dentro de esta prioridad, se incluyen acciones dirigidas a fortalecer las capacidades de la Cruz Roja y Media Luna Roja en los diferentes países, como organizaciones locales relevantes en sus comunidades y que están en primera línea de respuesta. Esta línea se centra en las siguientes acciones: preparación para la respuesta, sostenibilidad financiera, y apoyo al voluntariado.
Financiación
Para poder llevar a cabo esta intervención, se ha contado con unos ingresos de 1.580 millones de euros, el 41% de los cuales proviene de fondos gubernamentales, el 40% de donaciones privadas, el 10% de fondos propios de la Cruz Roja y el 9% de otros actores como agencias de Naciones Unidas, Unión Europea, etc.
El 58% de los fondos se han invertido en la intervención en materia de salud, el 36% en medidas frente al impacto socioeconómico y el 6% en el fortalecimiento de las capacidades locales.
Cruz Roja Española
Cruz Roja Española también ha redoblado sus esfuerzos para hacer frente a la COVID-19, tanto dentro como fuera de nuestro país. Para ello lanzó en marzo de 2020 la mayor movilización de recursos, capacidades y personas de su historia, el plan Cruz Roja RESPONDE frente a la COVID-19, para atender a las personas más vulnerables frente la pandemia en nuestro país.
El inicialmente era el de apoyar a 1.300.000 personas afectadas por la crisis sanitaria, social y económica generada por la COVID-19. Durante este año, en el que Cruz Roja ha mantenido además su compromiso habitual con los colectivos con los que trabaja, el plan Cruz Roja RESPONDE ha atendido ya a más de 4.000.000 de personas en España.
En el ámbito internacional, nuestro apoyo se centra en:
1. Mantener las acciones de cooperación internacional activas antes de la pandemia en sectores críticos como salud, agua y saneamiento, seguridad alimentaria, medios de vida o preparación ante desastres y crisis.
2. Apoyar la respuesta local de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, con apoyo técnico y financiero en 27 países, fundamentalmente en la primera respuesta en salud y en medios de vida y seguridad alimentaria.
3. Facilitar cooperación técnica, compartiendo experiencias, conocimientos y herramientas de la respuesta a COVID-19 en España y contribuyendo a la asistencia técnica global en salud y en medios de vida.
Para llevar a cabo esta intervención internacional, Cruz Roja Española cuenta con un presupuesto de 11,5 millones de euros.
Testimonio de María Alcázar,
directora de Cooperación Internacional de Cruz Roja Española: