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La vacunación ha permitido reducir en esta quinta ola del 8% al 2% los positivos que se traducen en ingresos hospitalarios

El impacto asistencial, no obstante, ha sido importante debido a la alta incidencia, que comienza a remitir lentamente, pero que requiere aún de medidas complementarias de prevención, además de la vacuna
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Vacuna Covid-19. Archivo
La vacunación ha permitido reducir en esta quinta ola del 8% al 2% los positivos que se traducen en ingresos hospitalarios

La vacunación está siendo, con respecto a otras olas previas, un factor diferencial determinante para mitigar, tanto los contagios como el impacto asistencial de la alta incidencia de esta quinta ola. No obstante, todavía son necesarias –por la alta interacción social y la extensión de la variante Delta (un 97%)- las medidas complementarias de prevención, tanto individuales como colectivas, con el objetivo de consolidar el cambio de tendencia en ambos parámetros.

Esta es una de las conclusiones que se deducen del último Informe Epidemiológico del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, según el cual la vacunación – el 64% de toda la población foral tiene ya pauta completa- ha permitido reducir la probabilidad de hospitalización entre los casos confirmados (la pasada semana 51 ingresos) de un 8%, que se ha alcanzado en algunos momentos de este año, situándose por debajo del 2% en las últimas semanas.

Este análisis epidemiológico es coherente con los informes, desde el punto de vista asistencial, que sustentan la petición de renovación de orden foral de las medidas contra el COVID-19 ya que, según datos aportados por Servicio Navarro de Salud - Osasunbidea, de no haber sido por el efecto atenuante de la inmunización, la ocupación hospitalaria, que en estas últimas semanas ha rondando el centenar, podría haber superado los 300, a tenor de una incidencia similar a la segunda ola ocurrida en otoño cuando no existía la vacunación.

La media de edad de las personas que están en la UCI es de 53 años

Pese a que la incidencia comienza a descender, y sin olvidar el elemento temporal del habitual decalaje, los elevados números de positivos en términos absolutos han motivado que la presión asistencial, en una época sensible como la estival, haya sido relevante. 

Así, se observa que, a pesar de que comienza a descender la incidencia de nuevos casos (un 31% respecto a la semana anterior), los ingresos hospitalarios (han pasado de 74 a 51), y de ingresos en UCI, de 9 a 6 esta pasada semana, la positividad continúa siendo alta, así como el nivel de ocupación en hospitalización (96 personas) y UCI, que también es elevado, con 23 personas ingresadas en las unidades de críticos.

Por el contrario, la edad más joven de los contagiados estaba propiciando una hospitalización menor, pero al trasladarse los contagios a grupos de edad más vulnerables también este factor se compensa según se refleja en el Informe.

Por ello, y así lo constatan desde el Servicio Navarro de Salud, mientras no se produzca un descenso más significativo de casos –con la consiguiente repercusión hospitalaria-, junto al refuerzo en el proceso de vacunación, se hace necesario continuar con las medidas preventivas, tanto a nivel individual como comunitario. A ello se suma que la variante Delta, responsable en la actualidad del 97% de los casos, está asociada a una mayor probabilidad de ingreso hospitalario y a mayor transmisibilidad entre la población joven.

Con respecto a las edades de las personas que necesitan una atención hospitalaria, con fecha 4 de agosto, las edades de los ingresados en planta se sitúa entre los 38 y los 79 años, con una media de 54 años, y los ingresados en UCI, entre los 29 y los 75 años, con una media de 53 años.

Se mantiene la incidencia en mayores de 75 años

Desde el punto de vista epidemiológico, la semana pasada, del 2 al 8 de agosto, se confirmaron un total de 1.709 casos por PCR o antígenos, lo que supone un descenso del 31% con respecto a la semana anterior. Así, aunque se consolida el descenso importante de la incidencia en menores de 75 años y comienzan a descender los ingresos hospitalarios, la incidencia se mantiene en mayores de 75 años. “Por ello, como complemento a la vacunación, cada persona debe poner los medios para evitar contagiarse y transmitir la infección, mediante la distancia física, utilización correcta de la mascarilla –cuando no se mantiene la distancia física de seguridad-, y por supuesto, la vacunación completa”, se recomienda desde el Informe.

Desciende la transmisión en todos los ámbitos menos en el sociosanitario, un 3,8% de los casos confirmados. Los casos de trasmisión en el domicilio explican el 41% de las infecciones, el ámbito social el 23% de los casos y los casos que desconocen el origen de la infección son el 30%.

Situación en un equilibrio frágil que hay que consolidar

Aunque la tendencia actual de incidencia de COVID-19 es descendente, tanto en número de nuevos casos como en presión hospitalaria, esta bajada es lenta o, al menos, tiene una velocidad inferior al proceso contrario de subida sufrido a principios de julio.

El Departamento de Salud considera en sus diversos informes, que estamos ante una “una situación pandémica frágil, que gracias al avance de la vacunación, junto con las medidas preventivas individuales y de protección de la salud pública, a nivel comunitario, están consiguiendo compensar la intensa movilidad e interacción social en este periodo veraniego. Sin embargo, con incidencias de base tan elevadas, cualquier factor puede desequilibrar nuevamente la situación y poner en peligro los objetivos de salud pública”.

Vacunación: el 73,2% de la población mayor de 12 años ya tiene la pauta completa

En cuanto al proceso de vacunación, en la jornada de ayer se administraron 5.365 dosis, que hacen un total de 845.923. Además, 423.926 personas han recibido la pauta completa, que representan un 64% del total de la población. Si se toma como referencia solo la población “vacunable”, es decir, la mayor de 12 años, las coberturas son del 81% con una dosis y del 73,2% con pauta completa.

Según los datos más recientes, la efectividad promedio de las vacunas de COVID-19 en Navarra es del 63% con una dosis y del 78% con pauta completa para prevenir casos sintomáticos del COVID-19, y del 78% con una dosis y del 91% con vacunación completa para prevenir ingresos hospitalarios por COVID-19. Por ello, los vacunados han de mantener medidas preventivas complementarias para no infectarse y no contagiar.

Conviene recordar que la protección de la vacuna no se alcanza hasta transcurridos 14 días tras la completar la pauta y que la relajación de las medidas preventivas tras recibir la primera dosis puede contrarrestar la protección que aporta la vacuna.

El Departamento de Salud insiste por ello en la necesidad de pedir citas para vacunación por los canales habituales, ya que es muy importante seguir avanzando en los niveles de protección e inmunización durante este mes de agosto.

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