Se va acercando, día a día, la tan cacareada 77ª Asamblea Mundial de la Salud. Abrirá sus puertas a las delegaciones de los países el día 27 de este mismo mes de mayo y finalizará el 1 de junio.

Esta próxima Asamblea ha sido nombrada sobre manera en los ambientes de la disidencia antiglobalista. En el resto de entornos, por lo demás, casi nadie se está haciendo eco de ella.

Ésta va a ser una Asamblea trascendental en cuanto a que se van a votar los dos documentos cuyas redacciones se están negociando en el Órgano Intergubernamental de Negociación (INB) y que están siendo tan controvertidos. El nuevo acuerdo pandémico y las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional.

El mayor peligro que conllevan radica en la posibilidad de que mediante ambos se puedan vulnerar los derechos individuales y nacionales sobre soberanía sanitaria y, aún más, enmarquen la posibilidad de un férreo control sobre las personas a través de soportes digitales como el tristemente famoso «pasaporte covid».

Si me he decidido a escribir sobre este tema ha sido porque he leído dos artículos que me han llegado a la pantalla casi a la vez… pero con contenidos totalmente contrarios. Soy consciente de que ya me he referido anteriormente a este tipo de cosas en mi blog pero esto es lo que hay.

Por un lado, una noticia de «thepeoplesvoice.tv» de 24 de abril que me ha llegado con algo de retraso. Aparece con el siguiente titular: «La OMS se ve obligada a abandonar el tratado sobre la pandemia mientras el público se rebela contra la tiranía globalista». El título es clarísimo, no necesita explicación.

Por otro lado, ayer leí del diario digital «Diariofarma.com» el artículo titulado: «La OMS ve más cerca el acuerdo de pandemias y califica su texto de “equilibrado”». Su título tampoco pide mucha explicación, ¿verdad?

Para mí está muy claro que los mensajes de la OMS debo cogerlos con pinzas, pues suelen ser mensajes muy interesados. Muy oficiales, muy correctos, muy resilientes y con toda esa parafernalia de palabrejas del nuevo lenguaje. En especial, poniendo énfasis en la equidad como un valor básico. ¿Quién no está de acuerdo en la distribución equitativa de bienes básicos, también en el área de la salud? Son especialistas en el arte de la engañufla con apariencias de bondad.

Pero es que en círculos disidentes también hay que andar con pies de plomo a la hora de recibir, leer y, sobre todo, reenviar artículos sobre noticias. Me suele gustar revisar las cosas antes de compartirlas y, en muchas ocasiones, no puedo llegar a comprobar la veracidad de lo recibido. Así que no lo reenvío.

Considero necesario distinguir entre lo que me gustaría que sucediera y lo que realmente sucede.

Pues eso: atención a lo que leemos y al crédito que ponemos en ello.

¡Sigamos en la brecha!

Salud para ti y los tuyos.