Salud advierte de la importancia de protegerse del sol e hidratarse ante las altas temperaturas previstas esta semana
El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN/NOPLOI) ha activado la alerta amarilla por altas temperaturas y salud para este jueves en la Ribera del Ebro, donde, según las previsiones meteorológicas, se esperan máximas de 41ºC y mínimas por encima de los 21. Para el resto de Navarra, las previsiones no superan los umbrales establecidos para activar una alerta (en este caso, máximas por encima de los 36ºC y, a la vez, mínimas de más de 18ºC), pero sí se esperan temperaturas elevadas. En función de cómo evolucionen las previsiones, esta situación de alerta puede repetirse al final de la semana.
En lo que va de verano, se han declarado ante el ISPLN un total de 18 atenciones urgentes por patologías asociadas al calor, de las que una requirió de ingreso hospitalario. Cabe recordar que, durante todo el verano de 2020, hubo 32 atenciones sanitarias causadas por el calor.
En el caso de este verano, las atenciones fueron a 14 hombres y 4 mujeres. Cinco de estas personas tienen edades superiores a los 70 años, 11 tienen entre 25 y 69 años y dos, menos de 25 años. En la mayoría de los casos (12), estas situaciones se produjeron en actividades lúdicas, como dando un paseo por la calle o por el campo, por la exposición al sol en la playa o en la piscina, y durante el cuidado de un huerto. Cinco atenciones fueron por actividades laborales, y tres por la realización de ejercicio físico en momentos de temperaturas ambientales elevadas.
Siete atenciones urgentes durante la primera alerta
La mayor parte de los casos (7) se produjeron entre los días 20 y 22 de julio, cuando se decretó la primera alerta amarilla de este verano, que primero se registró en la Ribera del Ebro y, después, se extendió a toda Navarra. Además, se declararon otras cinco atenciones urgentes entre el 12 y el 15 de junio, cuando no hubo alerta en la Comunidad Foral pero sí temperaturas máximas superiores a los 31ºC.
El calor excesivo puede alterar las funciones vitales del cuerpo humano y que éste no sea capaz de compensar las variaciones de temperatura. Esta situación provoca una pérdida de agua y electrolitos y, de esta forma, la persona afectada puede sufrir calambres, deshidratación, insolación o un golpe de calor, que puede suponer un problema de salud grave o, incluso, causar la muerte.
Prevención en las horas de más calor y en el trabajo
Por ello, el ISPLN recuerda la importancia de protegerse del sol, hidratarse incluso sin tener sed y evitar hacer esfuerzos físicos de forma excesiva durante las horas de más calor (entre las 12:00 y las 17:00 horas), y la conveniencia de salir a la calle solo cuando sea necesario. Estas recomendaciones se dirigen especialmente a personas mayores de 65 años, menores de 4 años, mujeres embarazadas o en situación de lactancia natural, población trabajadora y personas con enfermedades crónicas.
Salud Pública aconseja, asimismo, evitar el consumo de bebidas con alcohol, cafeína o azucaradas. También recomienda estar en espacios frescos o ducharse con agua templada o fría; emplear visera y ropa holgada que cubra la mayor parte del cuerpo, de tejidos ligeros y traspirables como algodón o lino; y prestar atención al tiempo que se pasa en el interior de vehículos estacionados, aunque estén con las ventanillas abiertas, sobre todo cuando se trata de menores, personas mayores o animales.
En los lugares de trabajo, es clave extremar las medidas preventivas para reducir el riesgo de estrés térmico por calor. La posibilidad de sufrir síncopes, edemas, calambres o agotamiento por calor y/o un golpe de calor es mayor con condiciones de temperatura y humedad relativa elevadas, cuando se trata de puestos que exigen un esfuerzo físico mayor o bien el empleo de ropa y equipos que impiden disipar el calor.
Una recomendación básica es adaptar los horarios a las condiciones climatológicas; tratar de reducir los tiempos de exposición, ya que se puede agravar el nivel de riesgo; organizar las tareas para realizar las de mayor carga física en las horas más frescas; alternar tareas pesadas con tareas ligeras; permitir al trabajador o trabajadora adaptar el ritmo de trabajo en función de su tolerancia al calor; y aumentar los periodos de descanso especialmente en número. En estos casos, es preferible realizar descansos cortos y frecuentes que un descanso largo.
También se aconseja consultar a los servicios sanitarios en el caso de que aparezca fiebre alta, se sufra una alteración de la consciencia, mareo o un cambio en el comportamiento.
Tres niveles de alerta para la salud
Este tipo de alertas por calor se enmarcan dentro del Plan de prevención de los efectos en salud del exceso de temperaturas en Navarra 2021, activado el pasado 1 de junio. Este plan, que trata de reducir los riesgos asociados a las temperaturas excesivas, se realiza en colaboración con el Ministerio de Sanidad, con el proyecto LIFE-IP NAdapta-CC de adaptación de Navarra al cambio climático y con diversas entidades a las que se pone sobre aviso ante una alerta.
Se trata de servicios sanitarios, ayuntamientos, la Federación Navarra de Municipios y Concejos, Protección Civil, servicios de prevención de riesgos laborales, entidades sociales, residencias de mayores y centros de día, el Instituto Navarro del Deporte y la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, entre otras entidades.
El plan utiliza de referencia una máxima de 36ºC y una mínima de 18ºC en Navarra, excepto para la Ribera del Ebro, donde la mínima de referencia es de 21ºC. Cuando se superan esos umbrales a la vez, tanto de máxima como de mínima, se pueden activar tres niveles de alerta: 1 (la alerta amarilla, de bajo riesgo) si se prevé que se superen esos umbrales durante uno o dos días; 2 (alerta naranja, riesgo medio) si son tres o cuatro días; y 3 (alerta roja, alto riesgo), a partir de los 5 días.