El proceso de vacunación y otras medidas reducen a mínimos el impacto del COVID-19 en las Residencias Navarras
Navarra registra sólo 4 casos en estos espacios desde que se completó la administración de la segunda dosis, el 12 de febrero
El proceso de vacunación y otras medidas aplicadas en el ámbito sociosanitario han reducido a mínimos el impacto del COVID-19 en las residencias. Navarra ha registrado sólo cuatro casos en estos espacios del territorio desde el cierre del proceso de vacunación en ellos, una estrategia que culminó en la Comunidad Foral hace casi tres semanas -12 de febrero- tras administrarse la segunda dosis en todos los centros.
El margen temporal desde la finalización de la campaña permite observar con perspectiva el salto cualitativo y cuantitativo en inmunización, que marca un antes y un después en la pandemia al suponer un paso fundamental para proteger a un ámbito tan sensible y vulnerable como el sociosanitario. En esta etapa, han sido vacunados 8.300 residentes y casi 7.000 trabajadores de estos centros.
El cierre de la vacunación es el último paso del largo e intenso trabajo desarrollado por los departamentos de Salud y Derechos Sociales desde el comienzo de la pandemia en materia de protección de estos espacios (con cribados periódicos, suministro de EPIs, visitas y asesoramiento, entre otras), un hito que abre la puerta a un escenario de mayor flexibilidad en los centros pero sin relajar las medidas preventivas.
Las cifras han sido presentadas hoy en una rueda de prensa en la que han participado las consejeras de Salud y Derechos Sociales, Santos Induráin y Carmen Maeztu, y el gerente de Atención Primaria, Manuel Carpintero.
La fotografía actual refleja el impacto positivo de la estrategia de vacunación en clave de inmunidad. De los 71 centros de mayores, en este momento sólo se registran 3 casos activos en uno de ellos, 2 de ellos con síntomas leves y el restante asintomático. No hay casos que requieran hospitalización y, después de 8 meses, tampoco hay personas procedentes de los centros en los recursos intermedios. Las altas epidemiológicas ascienden a 605 y 12 profesionales permanecen de baja.
Por su parte, en los 53 centros de discapacidad no se anotan casos activos y únicamente una persona permanece hospitalizada, registrándose 109 altas epidemiológicas y 3 bajas entre el personal. De los 191 casos detectados en residencias en enero, se ha pasado a los 60 de febrero, 56 de ellos, además, registrados antes de que se completase la administración de la segunda dosis en todos los espacios.
El ámbito sociosanitario y las residencias han sido una prioridad desde el primer momento para el Departamento de Salud, motivo por el que fue el primer espacio de vacunación en la comunidad, un proceso complejo concluido hace un par de semanas que ha alcanzado a más de 200 entidades y espacios sociosanitario. Desde el comienzo de la administración de vacunas en ellas, el 27 de diciembre, se han detectado brotes menores en este espacio, donde las primeras dosis ya demostraron su eficacia en el objetivo de reducir el impacto del COVID-19 en la salud de los y las residentes.
La incidencia de las dosis se manifiesta también en los dos brotes detectados con el ciclo de vacunación completo, en las residencias de Mutilva y Andosilla, donde ninguno de los 40 casos detectados presentó sintomatología relacionada con el coronavirus. En otra situación, los brotes habrían provocado, previsiblemente, unas complicaciones que, en este contexto, se han logrado evitar. Asimismo, todas las hospitalizaciones recopiladas tras la segunda dosis se han dado por causas médicas ajenas al COVID-19.
Por otro lado, la respuesta a la campaña de vacunación ha sido muy amplia. Así, el porcentaje de residentes del ámbito sociosanitario que ha participado en ella ha alcanzado el 93,8 %, mientras que entre trabajadores ha sido del 75,4%.
Flexibilización de las medidas en residencias
El fin del proceso de vacunación ha permitido dar pasos en la progresiva flexibilización de medidas en las residencias, como en el caso de visitas y salidas. Desde el 26 de febrero, manteniendo las medidas de prevención (distancia, mascarilla y ventilación), tanto personas vacunadas como no vacunadas pueden realizar salidas del centro, incluidas las comidas y pernoctaciones en casa de familiares, sin que sea necesaria la realización de PCR o aislamiento al regreso. Sí está estipulado someterse a una prueba tras una salida considerada de “alto riesgo”; es decir, aquellas que no permiten mantener las medidas de distancia social, mascarilla y ventilación adecuada.
Las personas que hayan pasado la enfermedad en los tres meses previos o tengan anticuerpos -con IgG positiva- en los últimos 3 meses tampoco deberán realizarse una prueba PCR al volver al centro. Por otro lado, desde esta semana se abre la posibilidad de visitas a residentes por parte de familiares que viven en otras comunidades autónomas. A pesar de esta adecuación en los espacios, tanto Salud como Derechos Sociales insisten en la importancia de no relajar las medidas preventivas.
12.068 pruebas desde diciembre en cribados quincenales
La detección en el ámbito sociosanitario ha sido un elemento clave de la estrategia para proteger este ámbito identificando los vectores de transmisión en estos centros. Así, las residencias fueron uno de los espacios donde se priorizó desde los inicios de la pandemia la realización de PCR y donde se articuló toda una estrategia de repuesta ante brotes. Ésta, más tarde, fue reforzada con la apuesta por cribados sistemáticos, además de programas de seroprevalencia para detectar anticuerpos, como SEPROSANA -6.638 test Elisa a trabajadores- y SEPRORESI -alcanzó a 5.636 residentes de centros sociosanitarios-, que han sido pioneros a nivel estatal.
Salud continúa con el trabajo de alerta temprana y protocolo de brotes de cara a seguir garantizando la protección de las residencias, así como los sistemas de seguimiento y detección. En esa línea, en diciembre arrancó un plan muy amplio de cribados quincenales sistemáticos a trabajadores de estos centros, un proceso ambicioso que se ha mantenido hasta alcanzar, ya en este momento, las condiciones que garantizan la seguridad de los espacios: el 90% de los y las residentes y personal trabajador están vacunados y han pasado ya los 10 días desde la administración de la segunda dosis, plazo de tiempo en el que se considera que se ha alcanzado la inmunización.
Los datos finales de esta serie de cribados sistemáticos, realizados de forma mixta entre los servicios de prevención de riesgos laborales y los y las profesionales de los centros residenciales y que han supuesto una inversión de 1,4 millones, arroja un total de 12.068 pruebas realizadas a 4.986 personas trabajadoras de 112 centros, con una tasa de positividad del 0,4% -52 casos-. En promedio, se han realizado 2,4 pruebas por persona.
Las medidas desgranadas y otras tales como los planes de contingencia elaborados de acuerdo con cada uno de centros residenciales, o la limitación de entradas y salidas, han logrado disminuir el impacto del COVID-19 en los centros en la segunda y tercera ola de la pandemia. Como dato significativo cabe resaltar que, sumados los casos positivos registrados en la segunda y tercera ola, estos equivalen a la mitad, aproximadamente, de los registrados en la primera en este espacio.
Sinergias entre departamentos, Atención Primaria y la Unidad Sociosanitaria
Desde el comienzo de la pandemia, la protección de las residencias ha sido clave en la estrategia de colaboración y coordinación entre Salud y Derechos Sociales, una sinergia a diferentes niveles que ha alcanzado al gobierno y entidades privadas y sociales. En el proceso, asimismo, destaca el papel de la Atención Primaria en el centro de la gestión, así como el trabajo de la Unidad Sociosanitaria, pilares ambos de actuación a pie de terreno.
Resaltan también las actuaciones del Servicio de Salud Laboral, que de agosto a enero ha efectuado 58 visitas a centros residenciales, tanto con infecciones activas como sin ellas, y reforzando las medidas encaminadas a evitar la entrada del virus, así como el asesoramiento en la contención y a la hora de gestionar de forma ágil los posibles casos. Asimismo, el servicio, perteneciente al Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) ha dado seguimiento a 755 trabajadores y tabajadoras con datos de infección por coronavirus de 60 centros residenciales.