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El Complejo Hospitalario de Navarra utiliza una nueva técnica quirúrgica para tratar los problemas benignos de la próstata

Se realiza de forma ambulatoria, con lo que disminuyen las complicaciones derivadas de la cirugía

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De izda. a dcha.: David García Calero, Carmen Larumbe Andueza, Cristina Urdániz Biurrun, Jesús Jiménez Calvo, Mª Jose Esteban Panizo, Cristina Irisarri Nuin, Teresa Valls Martínez, Manuel Montesino Semper y Mª Jose Iriarte Aranguren, del Servicio de Urología del CHN. FOTO: GOBIERNO DE NAVARRA
El Complejo Hospitalario de Navarra utiliza una nueva técnica quirúrgica para tratar los problemas benignos de la próstata

El Servicio de Urología del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) ha empezado a utilizar el método Rezum, una novedosa técnica para tratar el crecimiento no maligno de la próstata (hiperplasia benigna prostática), una dolencia cada vez más común en los hombres a partir de los 50 años. Hasta ahora, en el CHN se han realizado 10 intervenciones mediante esta técnica.

Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo, no requiere ingreso, con un corto tiempo quirúrgico (de tres a diez minutos), con lo que las complicaciones derivadas de la cirugía, como incontinencia urinaria, disfunción eréctil o infección de orina, se reducen respecto a la cirugía clásica con la que hasta ahora se trataban a estos pacientes.

En la actualidad, en nuestra comunidad están siendo tratados con fármacos unos 25.000 varones aquejados de hiperplasia benigna de próstata (según datos de 2019 del Servicio de Farmacia del SNS-O). De ellos, entre 130 y 150 son intervenidos quirúrgicamente cada año.

Esta nueva técnica quirúrgica se introdujo en España a finales de 2020, avalando los resultados obtenidos en otros países. El tratamiento para la hiperplasia benigna prostática con Rezum cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) estadounidense. Además, en julio de 2020, el NICE británico (Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención) aprobó dicho tratamiento como alternativa a la cirugía clásica de esta patología, como es la Resección Transuretral de Próstata (RTU de próstata).

Desde su implantación, han sido tratados más 35.000 pacientes en el mundo.

En qué consiste la técnica

El jefe del Servicio de Urología del CHN, Manuel Montesino, y el jefe de la Sección del Área Quirúrgica, Jesús Jiménez, que es quien lidera esta técnica, explican en qué consiste esta alternativa terapéutica: “la técnica del sistema Rezum utiliza la radiofrecuencia para generar energía térmica ‘húmeda’ en forma de vapor de agua, que se inyecta en la zona de transición y/o lóbulo medio del tejido prostático en dosis controladas de 9 segundos. El vapor que se inyecta en el tejido prostático se dispersa rápidamente por el espacio intersticial entre las células del tejido. En contacto con este, el vapor se enfría y se condensa, liberando la energía térmica almacenada, lo que desnaturaliza las membranas celulares y causa la muerte de la célula. Las células desnaturalizadas son absorbidas por el organismo, lo que reduce el volumen de tejido prostático adyacente a la uretra. El proceso de condensación de vapor también ocasiona un rápido colapso de la vasculatura en la zona del tratamiento, dando como resultado una intervención sin pérdida de sangre”.

Ventajas del tratamiento

Una de las principales ventajas de esta técnica mínimamente invasiva es el corto tiempo quirúrgico, ya que la intervención dura entre tres a diez minutos, por lo que el índice de complicaciones es muy bajo. Además, “consigue preservar la eyaculación hasta un 97% de los casos, debido a que es menos radical que las cirugías anteriormente utilizadas”. Los pacientes tratados, tanto médica como quirúrgicamente, presentan ausencia de eyaculación.

Los especialistas destacan también que la intervención, que se realiza bajo sedación y anestesia local, se efectúa en régimen de cirugía mayor ambulatoria, sin ingreso y, tras la intervención, el paciente puede volver a casa, normalmente el mismo día, aunque será necesario que lleve una sonda durante tres a seis días que es el tiempo que dura la recuperación, “ya que se produce una inflamación que puede obstruir el flujo de la orina”, afirman.

Dos semanas después de haberse realizado el tratamiento se experimenta la mejoría clínica y los resultados definitivos se pueden ver entre los 30-90 días del procedimiento.

Qué pacientes se pueden beneficiar

Esta técnica, señalan los expertos, también tiene sus limitaciones. “Solo puede aplicarse en pacientes con próstatas que no superen los 80 gramos, sin embargo, los mejores resultados se obtienen en las próstatas medianas o pequeñas”.

Por su parte, aquellos pacientes que toman antiagregantes y/o anticoagulantes o presentan un elevado riesgo anestésico/ quirúrgico, quienes no toleren o no quieran seguir con el tratamiento oral y prefieran una alternativa menos agresiva, podrían ser candidatos a este tratamiento.

No tiene límites de edad, se pueden tratar tanto pacientes de avanzada edad, mayores de 80 años, como pacientes más jóvenes, menores de 50 años.

Al ser una técnica menos invasiva, puede ser que pasado un tiempo sea necesario repetir la intervención, al respecto, según publica un reciente estudio de la revista científica Urology( McVary KT, Roehrborn C. Five year results of the prospective, randomized controlled trial of water vapor thermal therapy for treatment of lower urinary tract symptoms due to benign prostatic hyperplasia. Late-Breaking Abstract. J Urol. 2020), solo el 4,4% de los pacientes tiene que someterse a un retratamiento durante los cinco años que dura el seguimiento.

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