El Ayuntamiento cierra 2020 reduciendo la deuda al 23,6% de los ingresos corrientes consolidados, en un año marcado por la COVID-19 y la suspensión de las reglas fiscales
El Ayuntamiento de Pamplona cerró el año 2020 con un gasto ejecutado consolidado de 210,4 millones de euros, lo que supone un incremento del 3% respecto al año anterior. Del total del gasto realizado, el 36 % está vinculado a los servicios públicos básicos (urbanismo, cementerio, vía pública, alumbrado, medio ambiente y seguridad ciudadana) y el 24% destinado a actuaciones de protección y promoción social (servicios sociales y pensiones). Estos datos de la Cuenta General de 2020 se han dado a conocer esta mañana en la Comisión Especial de Cuentas del Ayuntamiento de Pamplona.
Los ingresos totales del año pasado ascendieron a 226,8 millones, un 5 % más que en 2019, y el importe más elevado correspondió a las transferencias corrientes, con 115,3 millones. El Ayuntamiento no contrató nueva deuda en el ejercicio, cuyo montante queda en 51,4 millones (39,6 millones son deuda del Ayuntamiento, 6,4 de Gerencia de Urbanismo y 5,4 de la sociedad PCH).
El ejercicio 2020 se ha cerrado con un superávit consolidado en el conjunto del Sector Público Local de 24,7 millones, que por la suspensión de las reglas fiscales no queda vinculado a la reducción de endeudamiento per se, sin perjuicio del control financiero necesario en el Presupuesto 2021. El remanente de tesorería del Ayuntamiento asciende a 30,9 millones que, en un importe de casi 10 millones de euros, ya ha sido aplicado, por acuerdo de Pleno el pasado 3 de junio, a la financiación de modificaciones presupuestarias de inversiones.
El expediente entra ahora en un periodo de exposición pública y de posibles alegaciones tras el que volverá a la Comisión Especial de Cuentas. En su último trámite, el documento deberá ser aprobado por el Pleno.
Los gastos de la ciudad
El gasto por habitante alcanzó en 2020 los 1.031 euros, 18 euros más que el año anterior. Por cada ciudadano, el Consistorio gastó 375 euros en temas relacionados con servicios públicos básicos (urbanismo, medio ambiente y seguridad ciudadana), que se constituyen en el principal bloque de gasto, con un 36% del total. Les siguen en importancia los gastos en actuaciones de protección y promoción social, con 248 euros por persona.
A la reducción de deuda viva del Ayuntamiento, se destinaron el año pasado un total de 8,8 millones de euros. En 2020 no se contrataron nuevos préstamos y se continuó amortizando los anteriormente contratados, aunque con una reducción de gastos financieros de intereses del 11% respecto de 2019 (0,1 millones menos), tanto por la reducción de la deuda, como por los bajos tipos de interés. De esta manera, Pamplona, a nivel consolidado del Sector Público Local, cerró 2019 con 51,4 millones de deuda, lo que supone una media de 251,8 euros por habitante (al cierre de 2019 esa media era de 298,3).
En relación al gasto por capítulos, el mayor porcentaje lo representa el capítulo 1 referido a personal, con casi un 50% del total (104,3 millones). Cabe señalar que en 2020 se abonaron los atrasos de grado del personal contratado administrativo, por un importe en el conjunto del Ayuntamiento y organismos autónomos que ha superado los 3,2 millones de euros. Le sigue en importe ejecutado el capítulo 2, de gastos en bienes corrientes y servicios, con un 33% (69,2 millones) y del capítulo 6, de inversiones reales, con un 6,2 % (13 millones).
Lo que ingresa Pamplona
De los 226,8 millones de ingresos que obtuvo la ciudad en 2020, la mayor parte procedía de transferencias corrientes, con aportaciones como la Carta de Capitalidad, la participación en tributos de la Hacienda Pública de Navarra u otras. Esta vía supuso un ingreso de 565 euros por ciudadano (115,3 millones de euros totales) a la que hay que sumar los 32,8 euros por persona que se recibieron en concepto de transferencias y otros ingresos de capital (6,9 millones de euros). Las transferencias corrientes y de capital supusieron un 53,8% del total de ingresos.
El Ayuntamiento recaudó 56,7 millones por impuestos directos de competencia municipal y 8,6 millones por impuestos indirectos (Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras). Ese conjunto impositivo local supone un 28,8% del total de ingresos. Es decir, cada persona ha aportado por término medio 319,8 euros. A ellos se suman los 33,9 millones (194,1 euros por habitante) que llegaron a la hacienda municipal por medio tasas y otros ingresos por prestación de servicios, realización de actividades y uso del dominio público, venta de bienes, ingresos patrimoniales...
El Sector Público Local
La Cuenta General del Ayuntamiento de Pamplona incluye también a las de las entidades dependientes del propio Consistorio o aquellas en las que tiene participación. Se trata de los organismos autónomos Gerencia de Urbanismo y Escuelas Infantiles Municipales; las sociedades públicas participadas por el Consistorio, bien íntegramente como Pamplona Centro Histórico y Comiruña, o bien mayoritariamente como ANIMSA y Mercairuña; y las fundaciones Teatro Gayarre y Casa de Misericordia. Estas entidades forman parte del denominado Sector Público Local, con excepción de Comiruña y Mercairuña como sociedades de mercado, y de la fundación Casa de Misericordia por su entidad especial.
Comiruña cerró el ejercicio de 2020 con un resultado de 44.153 euros, Mercairuña con un resultado de 178.729 euros y ANIMSA, de 3.136 euros. Por su parte, PCH generó un resultado negativo de 512.676 euros, motivado por la aplicación del criterio del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas. Ese criterio contabiliza las subvenciones como variación del patrimonio neto y no como ingresos en la cuenta de resultados, por lo que ese patrimonio neto se ha visto incrementado en casi 300.000 euros. La Fundación Teatro Gayarre reflejó un resultado negativo de 31.205 euros y las cuentas de la Casa de Misericordia arrojaron unas pérdidas del ejercicio de 2,7 millones de euros.
Se incluyen asimismo las cuentas del Operador Energético Municipal como sociedad en liquidación, aunque no tuvo actividad durante 2020 al no poder realizarse la inscripción de la sociedad en el Registro Mercantil. Desde que la Junta de Accionistas acordara la disolución de la sociedad el pasado 3 de julio se trata como sociedad en liquidación’. La disolución definitiva se acordó en Junta de Accionistas del 27 de noviembre de 2020.