LAS TRAINERAS COMO HERRAMIENTAS DE TRABAJO
Este tipo de embarcación pesquera, nace de la necesidad de los Arrantzales, de extraer los recursos pesqueros del Golfo de Bizkaia, que limita al norte con el Canal de la Mancha, y al oeste con el Océano Atlántico.
La trainera tuvo sus inicios hacia 1750, y se cree que la primera se construyó en Hondarribia-Fuenterrabia.
Se dedicaban esencialmente a la pesca de la Antxoa y la Sardina, aunque también pescaban Ballenas y Cachalotes.
En toda la costa del Mar Cantábrico (Kantauri) y en los montes existían Atalayas, algunas aún se conservan desde donde los vigías divisaban los resoplidos verticales de las Ballenas y con campanas u hogueras, avisaban a los puertos cercanos de la presencia de los cetáceos.
Entonces, comenzaba una correría de arrantzales hacia sus respectivas traineras (cada uno llevaba dos arpones), y la primera embarcación, que clavaba sus mortíferas artes de pesca en la preciada pieza, tenía privilegios sobre las demás.
Otro precedente laboral, era el remolcaje de grandes veleros, para introducirlos en los puertos.
Un gran velero, nunca podría entrar con sus velas desplegadas (¡a ver cómo iba a frenar!) Cuando a un gran velero, se le avistaba acercarse, los vigías de las atalayas avisaban a los puertos riberos cercanos.
Dos ejemplos claros, son los puertos de Bilbo y la Bahía de Pasaia.
Volvía a subir la adrenalina, y comenzaba el esfuerzo por llegar al mastodóntico barco, para conseguir llegar los primeros al codiciado salario, que suponía en que entre dos o tres traineras lo remolcaran hasta su punto de atraque.