Una vez decretado el estado de alarma, los españoles tuvieron que cambiar el chip en todos los sentidos: dejar de ir a la oficina y comenzar con el teletrabajo, ir al supermercado solos, pasar más tiempo conectados a internet, optar por compras online en lugar de las físicas, etc.

Pues de alguna de esas cuestiones voy a hablar desde mi punto de vista.

El coronavirus ha modificado los hábitos de compra y consumo de los españoles, sí es cierto que poco a poco la compra online le había “comido” el terreno a la compra física.

En un primer momento, vimos como nuestros supermercados se quedaban vacíos, sobre todo productos de primera necesidad: legumbres, papel higiénico…

Esta situación duro entre tres o 4 semanas, y poco a poco íbamos volviendo a la realidad de aquellos meses cuando uno hacia la compra y no se preocupaba por no llevar mascarilla en el supermercado.

Ahora el carro se llena de algunos productos que antes no consumíamos tanto, como son la harina o la cerveza. 

Nosotros como trabajadores de supermercado hemos sentido el aliento y la fuerza que nos trasmitían siempre nuestros clientes porque seguimos siendo de primera línea, aunque no seamos sanitarios. En una de nuestras tiendas, nunca fallaba la Calle Rio Alhama, y proximidades, para alentarnos, es mas, unos vecinos colgaron en su ventana una pancarta para animarnos. 

Sobre el tema de las donaciones, Osasuna nos hizo un reportaje para ver cómo nos animábamos a colaborar para PARIS 365 (colaboramos entregando comida), pero lo que importa es el hecho de donar a una causa que sea necesaria que por desgracia ocurre en este mundo.

Escribo este artículo para animar a la gente a que done lo que pueda o ayude a las personas más necesitadas y más ahora que es cuando más se necesita.