La nueva Asamblea Ciudadana del Cambio Climático en Navarra ¿Un Gesto Simbólico sin Impacto Real?
13 de mayo de 2024 (14:46 h.)
El Gobierno de Navarra ha puesto en marcha la Asamblea Ciudadana del Cambio Climático, según anunció el Departamento de Medio Ambiente. Este nuevo foro de debate y participación, creado bajo la reciente Ley Foral de Cambio Climático y Transición Energética de 2022, servirá como órgano consultivo, pero no tendrá poderes decisivos en la formulación de políticas.
Compuesta por 30 ciudadanos seleccionados por su diversidad demográfica y geográfica, la Asamblea tiene como tarea generar diálogo y consenso sobre las acciones a tomar frente al cambio climático en Navarra. Aunque se promueve como un espacio para la reflexión y el conocimiento colectivo, su función se limita a la elaboración de informes y recomendaciones que, si bien serán presentadas al Departamento de Medio Ambiente y al Parlamento de Navarra, no poseerán un carácter vinculante para las decisiones gubernamentales.
El consejero de Medio Ambiente, José Mari Aierdi, destacó que "la Asamblea fomentará una participación ciudadana activa y educará al público sobre el cambio climático". No obstante, algunos críticos la han descrito como un "florero más", sugiriendo que su creación es más bien una medida simbólica que efectiva.
La Asamblea operará independientemente y se regirá por principios de transparencia y acceso a la información medioambiental. Su primera tarea será debatir y proponer respuestas a la pregunta: ¿Qué debemos hacer en Navarra ante el cambio climático de una manera efectiva y socialmente justa?
A pesar de la buena intención de incluir a la comunidad en el diálogo sobre el cambio climático, la falta de capacidad ejecutiva de la Asamblea plantea preguntas sobre la efectividad real de este órgano en el proceso político y su impacto en las políticas ambientales futuras.
Compuesta por 30 ciudadanos seleccionados por su diversidad demográfica y geográfica, la Asamblea tiene como tarea generar diálogo y consenso sobre las acciones a tomar frente al cambio climático en Navarra. Aunque se promueve como un espacio para la reflexión y el conocimiento colectivo, su función se limita a la elaboración de informes y recomendaciones que, si bien serán presentadas al Departamento de Medio Ambiente y al Parlamento de Navarra, no poseerán un carácter vinculante para las decisiones gubernamentales.
El consejero de Medio Ambiente, José Mari Aierdi, destacó que "la Asamblea fomentará una participación ciudadana activa y educará al público sobre el cambio climático". No obstante, algunos críticos la han descrito como un "florero más", sugiriendo que su creación es más bien una medida simbólica que efectiva.
La Asamblea operará independientemente y se regirá por principios de transparencia y acceso a la información medioambiental. Su primera tarea será debatir y proponer respuestas a la pregunta: ¿Qué debemos hacer en Navarra ante el cambio climático de una manera efectiva y socialmente justa?
A pesar de la buena intención de incluir a la comunidad en el diálogo sobre el cambio climático, la falta de capacidad ejecutiva de la Asamblea plantea preguntas sobre la efectividad real de este órgano en el proceso político y su impacto en las políticas ambientales futuras.