OPINIÓN - George Floyd y la distopía afroamericana
La deriva totalitaria sufrida por EEUU durante el mandato de George W. Bush provocó que en nombre de la sacro-santa seguridad del Estado se llegara en la práctica a anular el principio de inviolabilidad ( habeas corpus) de las personas, instaurando de facto el principio de "presunción de culpabilidad" en lugar del primigenio de "presunción de inocencia", lo que habría quedado como estigma imborrable en las fuerzas de seguridad de los EEUU. Ello tendría su reflejo en la prepotencia, brutalidad y el desprecio racial que destilan las intervenciones policiales en las grandes ciudades de EEUU,elementos constituyentes de la llamada "perfección negativa", término empleado por el novelista Martín Amis para designar "la obscena justificación del uso de la crueldad extrema, masiva y premeditada por un supuesto Estado ideal".
Sin embargo, el auge del movimiento "Black Lives Matter" (Las vidas negras importan) y la explosión de violencia urbana en la ciudad de Minneapolis tras la brutal muerte por asfixia de un indefenso George Floyd en una nueva actuación desmesurada y con claros tintes racistas de las fuerzas de orden público habría provocado pacíficas manifestaciones donde se entremezclarían las demandas sociales con las de segregación racial en las áreas metropolitanas con altas tasas de población afroamericana pero al mismo tiempo se habrían desarrollado violentos disturbios y saqueos por parte de una minoría desestabilizadora que olvidó las enseñanzas de Martin Luther King:"La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve".
GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ