DÉJALA MARCHAR
28 de septiembre de 2020 (09:21 h.)
LUNES CRÍTICO
Déjala marchar antes de que sea tarde para la sonrisa.
Déjala marchar y haceros una buena despedida.
Déjala marchar entera, no la rompas en pedazos.
Déjala marchar en el justo reconocimiento. Sin reproches.
Déjala marchar y no la amarres. Todos tenemos derecho a la libertad.
Déjala marchar con la maleta llena de vida, seguro que ocupas una parte de ella.
Déjala marchar y permítele ser de nuevo, comenzar un nuevo proyecto.
Déjala marchar y quédate con el buen recuerdo, dale sentido a tu caminar en los años compartidos.
Déjala marchar contenta, quizás se abra alguna puerta al brindis por todo lo construido.
Déjala marchar antes que se marchite y planee la huida.
Déjala marchar antes que
no tengan cabida los buenos recuerdos y todo lo ocupe el azufre.
Déjala marchar con un hasta siempre, hasta mañana o hasta luego.
Déjala marchar sin zancadillas ni malas semillas.
Déjala marchar y haced una fiesta regada con los frutos que dieron vuestras plantas.
Déjala marchar, por ella y por ti. No pongas impedimentos.
Déjala marchar para que corráis libres.
Déjala marchar, abre su celda -vuestra cárcel- no seas guardián y dueño, nunca fue tuya, nadie es de nadie.
Déjala marchar antes de que todo se haya perdido, los espíritus han de ser libres.
Déjala marchar y deséale la cura y el crecimiento personal.
Déjala marchar, deja de apretar la soga, no existen cuerdas que la aten.
Déjala marchar, porque ella ya es libre, siempre lo fue.
Déjala marchar antes de que se haga tarde.
Déjala marchar y deja de manchar su alma.
Déjala marchar porque ya es tiempo. El justo tiempo.
Déjala marchar para que duerma y descanse.
Déjala marchar, porque se quiere marchar.
Déjala marchar, porque sí.
Cuando una planta comienza a marchitarse, hay que cambiarle de maceta, regarla y, probablemente situarla allí donde reciba sol. Quizás llegó el tiempo de cambiarla de lugar. Quizás es posible que en vuestra casa ya no tenga oportunidad de sobrevivir; quizás olvidaste del agua que precisaba para seguir creciendo; quizás obviaste su esencia y sólo querías el adorno; quizás te alivie ese espacio vacío y compres otra planta o incluso la recibas como un buen regalo; o quizás, simplemente tendrías que tener una artificial, de frío plástico que te adorne la casa sin precisar de empatía, comprensión y agradecimiento. Existe un contenedor de reciclaje para el plástico, pero no existen reciclajes para ella. Déjala marchar.
Déjala marchar y haceros una buena despedida.
Déjala marchar entera, no la rompas en pedazos.
Déjala marchar en el justo reconocimiento. Sin reproches.
Déjala marchar y no la amarres. Todos tenemos derecho a la libertad.
Déjala marchar con la maleta llena de vida, seguro que ocupas una parte de ella.
Déjala marchar y permítele ser de nuevo, comenzar un nuevo proyecto.
Déjala marchar y quédate con el buen recuerdo, dale sentido a tu caminar en los años compartidos.
Déjala marchar contenta, quizás se abra alguna puerta al brindis por todo lo construido.
Déjala marchar antes que se marchite y planee la huida.
Déjala marchar antes que
no tengan cabida los buenos recuerdos y todo lo ocupe el azufre.
Déjala marchar con un hasta siempre, hasta mañana o hasta luego.
Déjala marchar sin zancadillas ni malas semillas.
Déjala marchar y haced una fiesta regada con los frutos que dieron vuestras plantas.
Déjala marchar, por ella y por ti. No pongas impedimentos.
Déjala marchar para que corráis libres.
Déjala marchar, abre su celda -vuestra cárcel- no seas guardián y dueño, nunca fue tuya, nadie es de nadie.
Déjala marchar antes de que todo se haya perdido, los espíritus han de ser libres.
Déjala marchar y deséale la cura y el crecimiento personal.
Déjala marchar, deja de apretar la soga, no existen cuerdas que la aten.
Déjala marchar, porque ella ya es libre, siempre lo fue.
Déjala marchar antes de que se haga tarde.
Déjala marchar y deja de manchar su alma.
Déjala marchar porque ya es tiempo. El justo tiempo.
Déjala marchar para que duerma y descanse.
Déjala marchar, porque se quiere marchar.
Déjala marchar, porque sí.
Cuando una planta comienza a marchitarse, hay que cambiarle de maceta, regarla y, probablemente situarla allí donde reciba sol. Quizás llegó el tiempo de cambiarla de lugar. Quizás es posible que en vuestra casa ya no tenga oportunidad de sobrevivir; quizás olvidaste del agua que precisaba para seguir creciendo; quizás obviaste su esencia y sólo querías el adorno; quizás te alivie ese espacio vacío y compres otra planta o incluso la recibas como un buen regalo; o quizás, simplemente tendrías que tener una artificial, de frío plástico que te adorne la casa sin precisar de empatía, comprensión y agradecimiento. Existe un contenedor de reciclaje para el plástico, pero no existen reciclajes para ella. Déjala marchar.