Parque
Fue en Nueva York.
Es casi lo único que pongo en pie, aunque bicheando por Google Maps puedo incluso reconocer el parquecillo que se abre entre la Sexta Avenida y la calle 32.
Yo iba solo y dudaba de mi inglés.
No importa cuál fuera mi duda ni dónde tendría que utilizar la frase que me atormentaba.
Sólo sé que me paré en ese parque, vi a una señora mayor leyendo en un banco y me senté junto a ella.
—¿Le puedo hacer una pregunta?
Ella salió de su abstracción y me aclaró, pausadamente, mi dilema gramatical.
No imagino a dos personas más felices que esa vieja mujer entregada a su explicación, con detenimiento, y ese joven embelesado que era yo.
Me preguntó de dónde venía y yo le conté.
—Maravilloso el sur de España. ¡Me encanta tu ciudad!
Seguí mi camino tan consciente de que nunca más la volvería a ver como de lo brutal que era saber que la vida se componía de momentos así, tan sencillos de construir y tan escasos de encontrar.
Autor de 'Nunca sabrás quién fui'