Elvia Gómez Troya es una niña de 9 años que vive en Egüés y estudia 3º de primaria en el CP Lorenzo Goicoa de Villava desde que llegó a Navarra junto a sus padres hace ya 4 años.

Elvia tras haber rastreado fauna junto a sus padres por varios países además de España, como Portugal, Francia, Andorra, Reino Unido, Finlandia y Bulgaria, es la protagonista real de un cuento para niños, además de fomentar la pasión que ella siente por la naturaleza a través de pequeños videos que pueden verse en el Facebook y el Instagram del Servicio de Rastreo Forestal SERAFO, que le han llevado incluso a dar su primera charla para un colegio de Galicia.

El pasado 8 de abril Elvia impartió por videoconferencia una charla de algo más de una hora a un entusiasmado grupo de niños y niñas de 4º de primaria del CEIP Plurilingüe Montemogos, de Beluso (Pontevedra) por iniciativa de su profesora Sofía Leis, una docente entregada que llevaba varios meses empleando los videos y el anterior cuento de Elvia para impartir sus clases de ciencias.

Elvia estuvo contestando en directo la batería de preguntas y curiosidades que habían preparado para ella, desde cuál era el animal que más le había fascinado a cómo se ve ella en el futuro. Posteriormente les explicó unas cuantas cosas sobre las egagrópilas, unas masas sólidas que algunas aves expulsan por su boca, constituidas por los restos de los alimentos que no han podido digerir. Elvia pudo enseñarles a través de la videocámara algunas de ellas y explicarles a qué aves pertenecían y qué contenido se podía apreciar en ellas.

En esos mismos días se estaba imprimiendo en Navarra un nuevo cuento del que es protagonista, “Elvia la rastreadora. Operación chacal”. Cuento cuya primera tirada ha sido patrocinada por la granja escuela y centro de rescate de fauna “Basabere”, de Lezáun, con quienes comparten la educación ambiental como objetivo.

En esta ocasión la historia se sitúa en Bulgaria, lugar donde con 5 y con 8 años respectivamente participó en las dos expediciones en las que se basa este cuento realizado con  fotografías reales de Elvia rastreando en ese país. Como el anterior cuento publicado, que narraba las aventuras de Elvia en Finlandia con tan solo 4 años, se trata de una obra con una clara vocación educativa. En él se transmiten valores de respeto al medio natural, además de potenciar el tesón, el esfuerzo personal, la valentía y el saber ver el lado bueno de las cosas y el no frustrarse cuando las cosas no salen como uno sueña. Además siguiendo la vocación docente de sus autores, Paloma Troya y Fernando Gómez, padres de la criatura y creadores de SERAFO (Servicio de Rastreo Forestal), se incluyen al final del libro unas fichas de huellas a tamaño natural de una docena de las especies de fauna que Elvia encontró en Bulgaria.

Sus padres, Paloma Troya y Fernando Gómez, reconocidos rastreadores de fauna y personas que realizan trabajos a nivel internacional, ya llevan meses realizando las fotografías necesarias para otras dos nuevas historias que tienen en mente, pero esta vez ambas con Navarra como escenario.