Meta de todos nosotros  

así eres, felicidad, 

a veces dulce y tierna  

como chiquillo sonriente 

mirando pícaro y confiado  

con su rostro inocente, 

en otras la mano tendida  

que ayuda a continuar, 

 meta en cada instante  

en cada paso de cada día,  

ansiada meta, última finalidad, 

velero que surca valiente 

las aguas inclementes 

teniendo la certeza  

que tarde o temprano  

librará el temporal, 

melancólica tarde de otoño  

tras el ventanal, 

corretear por la pradera  

sin rumbo ni sentido, 

cigarro altruista y generoso  

que te ofrece un amigo 

mientras lanza sonriente  

un gesto de complicidad, 

recuerdos entrañables  

que llenan el baúl del desván,  

sentado en el porche  

viendo el nuevo amanecer, 

fértiles y soleados campos 

comienzan a florecer, 

entre anécdotas y vino  

por ti querer brindar, 

anhelada pero no siempre  

te podremos hallar 

y hasta en la fatalidad  

te sientes presente, 

siendo joya preciada  

de ardua perpetuidad 

José Manuel Águila