MADRID
AGUSTÍN GONZÁLEZ / LUCES DE MADRID
Hablar de la obra de Agustín González es sinónimo de espacio, detalle, atmosfera o sutileza, entre otros calificativos. A mí me gusta definir su obra como de grandeza concentrada.
Recuerdo la primera obra que vi de Agustín; una imagen de la vitrina de la Joyería Grassi de Madrid, con un impresionante reflejo de la Gran Vía perfectamente ejecutado. Pero lo más importante es que conecté al momento con la obra y con el artista, hasta el punto de que actualmente tengo más obras suyas en mi colección.
En esta ocasión, Agustín González da una vuelta de tuerca más a su arte preparando una serie de obras con un denominador común que es para mí, mágico. Se trata de la ciudad de Madrid, que tanto adoro, así́ como de la luz que esta ciudad transmite.
Jugando con diferentes efectos lumínicos e, incluso estacionales, Agustín consigue plasmar en estas obras la grandeza de la ciudad bajo su mirada particular donde este gran artista no pierde "detalle".
Cada obra de Agustín González que tengo la oportunidad de admirar me sigue sorprendiendo. Algo a lo que, solo los grandes artistas, nos pueden mantener acostumbrados y, en su constante compromiso con la ciudad de Madrid, Agustín nunca defrauda. Sin duda, se trata de arte para la posteridad.
Carmen Thyssen-Bornemisza