“Hemos de prepararnos para ganar la batalla a la crisis emocional que viene”
Coterillo se ha puesto al frente, como presidente, de la primera farmacéutica en producción de mascarillas FFP2, Farmaquivir, ha recibido el premio de la Asociación Europea de Industria, Tecnología e Innovación y su apuesta por el coaching, área en la que ejerce a nivel internacional y con grandes compañías, la ha redoblado. Es más: en cuestión de semanas estará en el mercado su Alma de Coach, un ensayo que marca la hoja de ruta para sobrevivir a estas horas de incertidumbre. Lo suyo es pura energía, y quizá también la toma del mundo del boxeo, que practica cada semana tras sus entrenos.
- ¿Son momentos éstos en los que hay que arriesgar?
No me cabe la menor duda. Creo que hay que ver el profundo cambio que está experimentando la sociedad, detectar sus necesidades y, quienes nos dedicamos al mundo de la empresa, hemos de atender esas demandas. Pienso que aún no hemos tomado conciencia de la revolución que está en marcha.
- Ha jugado usted fuerte la carta de la lucha contra el covid-19…
No me cabe la menor duda. Creo que hay que ver el profundo cambio que está experimentando la sociedad, detectar sus necesidades y, quienes nos dedicamos al mundo de la empresa, hemos de atender esas demandas. Pienso que aún no hemos tomado conciencia de la revolución que está en marcha.
- ¿Diría que la salud se ha puesto de moda?
Quizá es una frase demasiado coloquial, pero retrata la realidad. Se ha puesto en el primer plano de las preocupaciones de la ciudadanía. Vivimos en una sociedad consumista, materialista, hedonista… a veces incluso frívola en algunos aspectos. Creo que eso todos lo pensamos y hasta lo experimentamos. Esta tendencia, que casi era imposible de frenar, se ha detenido en seco. Nos hemos cerciorado de que sin salud no hay bienestar ni confort y, peor aún, nuestra libertad queda seriamente condicionada.
- En un país en el que el paro, por desgracia, está aumentando, entiendo que poder crear puestos de trabajo debe de provocar un cierto orgullo…
Fíjese. Creo que es de lo más satisfactorio. Hablo como empresario y como coach, porque me gusta ponerme en los zapatos del otro, e intentar sentir lo que siente. Desde luego, cuando las oportunidades están muy tasadas, muy limitadas, poder brindarlas a trabajadores (algunos de ellos francamente muy muy cualificados) es para mí un orgullo. Así lo siento y así lo digo.
- En pocas semanas saldrá a la luz un ensayo muy provocador, Alma de Coach, en el que como líder empresarial lanza un mensaje a la sociedad: hay que prepararse, mientras se derrota al virus, para ganarle la batalla a la crisis emocional que viene…
Así es. Esa crisis viene, pero ya asoma a través de muchos indicios. Sé que es políticamente incorrecto airearlo, pero el consumo de ansiolíticos y antidepresivos se está incrementando. Y lo digo con conocimiento de causa, porque llevo más de dos décadas entregado al ‘sector farma’, en diversos puestos de responsabilidad. Ese libro es un manual para ayudar, para empujar en la buena dirección, para mandar el mensaje de que, manteniendo la calma, la confianza y la fuerza, podremos salir adelante: sin derrotismo sin resignación. Quiero encender esa chispa. - A veces las personas tienen que tocar fondo para conocer de lo que son capaces realmente…
- A veces las personas tienen que tocar fondo para conocer de lo que son capaces realmente…
Ésa es mi teoría: no sabes lo fuerte que puedes llegar a ser hasta que ser fuerte es tu única opción. Siempre he ido, y seguiré haciéndolo, contra las creencias limitantes que frenan nuestras metas y nuestros sueños. Desde el realismo, pienso que la ambición es un buen factor en la vida empresarial, y en la propia personal, casi imprescindible.
- ¿Hasta qué punto ‘el factor humano’ nos llevará a salir adelante como país?
Es esencial, más que nunca. Los directivos hemos de trabajar concienzudamente el espíritu de equipo, estar cerca de los empleados y los colaboradores… de ésta hemos de salir juntos, reforzados, con humildad pero con mucha fuerza y con mucha convicción no en que podemos volver a ser lo que éramos sino en que podemos ser mejores en todos los plano.
En pocas semanas, con Alma de Coach, uno de los mentores del momento, Javier Coterillo, lanzará un mensaje de confianza: “somos un gran país con talento, con empresas tecnológicas muy relevantes, con unas starts up que están floreciendo por doquier, con emprendedores que continuamente salen adelante sin ayuda de la administración ni subvenciones de ningún tipo”. Habrá que seguirle la pista.
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