OTRO
Una de las imágenes que retengo de mi último viaje a Londres es la de una ejecutiva en tacones agachada hacia un mendigo, hombre bien mayor, interesada por saber cómo estaba.
Querer no es poder, al menos no es sencillo.
Me gustaría tener esa capacidad para colocarme en cuclillas y prestar mi ayuda a cualquiera de los mendigos invisibles que me cruzo por mi ciudad. Querría tener la sonrisa perenne de quienes van por la vida con el corazón abierto; ser más disciplinado en mi conciencia ecológica, vencida mil veces por mi pereza; implicarme más en la sociedad civil, no sólo dedicarme a pagar cuotas a ONG's que tranquilizan mi conciencia; me gustaría ser más claro en mis posicionamientos, dejando de lado el miedo a la discrepancia; me apena no ser más constante en mis llamadas a los amigos, acordarme poco de las personas hoy ancianas que fueron importantes en mi vida. Querría tener menos miedo a preguntarle a la gente querida cómo está, ser más divertido contando chistes, no irme tan pronto a la cama cuando salgo de fiesta, ser más solidario con mis compañeros de trabajo, tener menos miedo a las enfermedades, evitar enamorarme de mis rutinas, escribir más, ver menos el móvil, leer más, sentir más, aprender más de música, tener menos prejuicios. Reír más. Amar sin cálculos. Ser ejemplar.
Querría no dejar de ser yo, siendo otro.
Salvador Navarro - Escritor
Autor de 'Nunca sabrás quién fui'