LA MIRADA DE JORDI LARROCH DA INICIO A UN MES LLENO DE POESÍA VISUAL
La muestra del considerado heredero de la mirada de Chema Madoz y la poesía de Joan Brossa coincide con una doble exposición del propio Brossa programada por la Ciudadela
La mirada de Jordi Larroch da inicio a un mes lleno de poesía visual en Pamplona. Galería Ormolú acoge del 4 al 31 de mayo Te cuento (cuenta conmigo, cuentos contigo), la propuesta más intimista y participativa del artista barcelonés. En esta ocasión, el impacto emocional sobrevenido por la pandemia sanitaria se convierte en sutil hilo conductor del trabajo de Larroch. “En estos meses tan complicados nos hemos dado cuenta de lo mucho que necesitamos comunicarnos, sentirnos conectados, compartir desvelos… Mis imágenes siempre hablan de mis vivencias, pero esta exposición también es una invitación a que otras personas narren las suyas”, señala el creador.
Te cuento (cuenta conmigo, cuentos contigo) se compone de más de veinte fotografías, material audiovisual y una propuesta para implicar al público. Las imágenes llevan la marca inconfundible de Larroch -un objeto transformado o dos objetos que adquieren juntos un nuevo significado sobre fondo blanco o negro-, pero además el artista presenta una serie de tres obras en la que por primera vez utiliza la palabra mecanografiada para jugar con conceptos e imaginarios.
El poeta barcelonés forma parte de una generación que ha crecido a mitad de caballo entre lo analógico y digital, la presencialidad y las redes sociales. Por eso, Te cuento (cuenta conmigo, cuentos contigo) salta del papel con una pequeña muestra de vídeos grabados con su propio teléfono móvil en lugares tan diversos como un lago, la calle o una habitación. “La poesía visual está en todas partes. La misma Sophie Calle dijo que la misma cosa puede ser una enorme vulgaridad o algo totalmente poético”, apunta.
Con ese espíritu, Larroch le hace una oferta muy especial a las personas que asistan a una exposición: escribir en un papel “una añoranza, un anhelo, un secreto, algo que hayan compartido o quieran compartir con alguien”, construir un avión con la hoja y hacerlo volar hasta una maleta que estará en mitad de la sala. El artista las recopilará una vez termine la muestra con el compromiso de transformarlas en imagen.
“Un avión de papel transporta sueños e ilusiones. Lo creamos y lanzamos para que llegue lo más lejos y alto posible. Los cuentos, igual que un avión de papel, vuelan de boca en boca para invitarnos a imaginar, creer, desear. Por eso todas las imágenes que construyo parten de una historia. Y por eso, quiero dar alas a las historias de quienes vengan a visitar la exposición”, explica Larroch.
El considerado heredero de la poesía de Joan Brossa siempre se ha declarado un “enamorado de la serendipia”, y precisamente la casualidad ha querido que su trabajo coincida otra vez con una muestra del propio Brossa. La Ciudadela ha programado una doble exposición del padre de la poesía visual, por lo que se está trabajando en colaboraciones que permitan disfrutar con más profundidad de ambas figuras.