El fotógrafo experimental de origen israelí Ilan Wolff presenta una exposición en Ciudadela
El fotógrafo experimental de origen israelí (Nahariya, 1955), Ilan Wolff que se ha especializado en pleno siglo XXI, en crear fotografías usando la técnica de la Cámara Oscura, ya conocida por Aristóteles o Leonardo Da Vinci llega a la Ciudadela para presentar una exposición que se basa en la sencillez primitiva del lenguaje fotográfico. La muestra recoge más de 100 imágenes realizadas con las técnicas de la cámara estenopeica y el fotograma, tal y como ha explicado en la rueda de prensa de presentación en la que también han participado el director de Cultura e Igualdad, Jorge Urdánoz, y el comisario de la muestra, Xosé Garrido, quien ha escrito el texto que la acompaña.
La exposición puede verse en la planta baja del Pabellón de Mixtos de la Ciudadela hasta el 9 de mayo. El horario de visita es de martes a sábados de 11.30 a 13.30 y de 18.30 a 20.30 horas y los domingos y festivos, de 11.30 a 13.30 horas. Ofrece curiosas imágenes en blanco y negro tomadas entre 1984 y 2008 en las que aparecen espacios reconocibles como Jerusalén, el desierto de Negev, París, Hamburgo, San Sebastián, Nueva York y Oviedo. Además, incluye fotografías de atardeceres; de los elementos fuego, aire y agua, o de plantas.
Las investigaciones del autor sobre técnicas antiguas, sus métodos procedimentales y su obra en conjunto, constituyen también una profunda reflexión sobre las relaciones de la fotografía con la historia, la tecnología, el individuo y el espacio social que interviene.
Cámaras creadas por el propio autor
Ilan Wolf, tal y como explica Xosé Garrido en la presentación de la exposición, utiliza cámaras estenopeicas, también conocidas por su nombre en inglés 'pinhole', como base de su trabajo. Son cámaras hechas por él con cajas, cilindros, latas viejas, recipientes cerrados, e incluso cámaras convencionales que modifica y adapta a sus intereses y necesidades. Carentes de lente y debidamente agujereadas, introduce el papel fotográfico, o papel emulsionado por el mismo, en ocasiones plegado y adaptado de diferentes formas, para lograr imágenes distorsionadas y deformadas siempre de una espectacularidad más allá del simple registro del modelo. También usa, habitualmente, su furgoneta y habitaciones normales para crear imágenes de mayor formato.
Investigando de nuevo en los orígenes y principios básicos de la fotografía, Wolff encontró otra vía más de experimentación en los fotogramas de William H. Talbot y Anna Atkins. En ellos se obtenía la silueta de los objetos al colocarlos directamente sobre la emulsión fotográfica y exponerla directamente a la luz, sin usar cámara alguna. Wolff combina ambos procedimientos, cámara estenopeica y fotograma, en lo que él mismo ha bautizado como estenogramas. Esto le permite interactuar con las imágenes proyectadas, bien con objetos situados sobre el negativo o incluso mediante su propia silueta o la de otros cuerpos, interpuestas en la proyección.
Autor que basa su trabajo en la experimentación
Ilan Wolf, según explica Xosé Garrido, ha experimentado con otras técnicas ‘sin cámara’ que lo han posicionado como un fotógrafo innovador en el uso de este tipo de procedimientos. Una de las más llamativas es la técnica del lunagrama, que consiste en trabajar por la noche y al aire libre, teniendo la luz de la luna llena como única fuente de energía capaz de velar el papel emulsionado.
Otras técnicas, habituales en sus últimos trabajos, son la del calorigrama, donde la luz no está implicada dentro del proceso y siendo, en esta ocasión, el calor la única fuente de energía que utiliza para plasmar la imagen en el papel fotosensible; los naturogramas, que se elaboran por simple contacto prolongado con la emulsión de hojas de árboles, plantas, flores, frutos, arena e insectos y la posterior manipulación del revelado con diversos químicos que administra con las manos y diferentes objetos como fregonas, cepillos, peines, esponjas, etc.; y los pinogramas, otra compleja y laboriosa combinación de cámara oscura y fotogramas.
Su actividad como artista está estrechamente ligada a la divulgación de sus métodos y experimentos. Desde 1993, Ilan Wolff imparte talleres por todo el mundo en escuelas, universidades, museos y centros de arte, según un concepto didáctico desarrollado en colaboración con Aline Rutily, asesora artística del Ministerio de Educación de Francia y autora de varios libros de pedagogía del arte.