El Escritor de Sombras

La fantasma Maravillas

Maravillas Lamberto Yoldi (1922-1936)

 

Cuenta la leyenda popular que la navarra de catorce años Maravillas Lamberto Yoldi, violada y asesinada el 15 de agosto de 1936, sobrevive como la fantasma Maravillas en una cueva megalítica entre Tafalla y Larraga, su población natal, donde ha replicado el hogar familiar.

El padre, Vicente, está sentado en el suelo, con la espalda apoyada contrala pared. Evoca en los cerros de Larraga el trabajo de sol a sol que encalleció sus manos. Recoge el cayado y sonríe, melancólico.

Paulina, la madre, da forma a una vasija en el torno, con las manos y los brazos manchados de arcilla. Mira con dulzura a Maravillas al verla entrar en la cueva y canta:

 

Acábase de lavar

y echa bendición al agua:

Bendita sea tal fuente,

bendita sea tal agua,

bendita sea la niña

que quiera venir por agua.

 

Pilar conserva los diez años que tenía cuando la Guardia Civil, el falangista Julio Redín Sanz y el requeté hijo del churrero entraron en la casa familiar de Larraga para detener al padre por sindicalista. Teje un mantón sentada al lado de la madre, moviendo las agujas con la destreza que le ha enseñado, y mira con orgullo a su hermana mayor.

Maravillas inunda de luz plateada la cueva siempre que entra en ella.

Josefina tiene sus siete años del 15 de agosto de 1936. Concentrada en su juguete preferido (un yo-yo que le fabricó Vicente aprovechando dos botones de un viejo gabán), lo hace subir y bajar en diferentes cabriolas, con el hilo atado al dedo índice de la mano izquierda.

-Niñas, poned la mesa -dice la madre.

Pilar y Josefina se apresuran a obedecer.

El padre echa un vistazo a los fogones, sonríe a las pochas con chistorra del caldero y abraza a su hija mayor.

Maravillas se adentra en la cueva. Iker la está esperando en su alcoba. El pastor ha dejado el rebaño en los cerros de Larraga y ahora se entretiene fabricando un silbo con una rama de fresno.

Maravillas e Iker se besan y el pastor canta:

 

En el primer mandamiento

la primera cosa es amar;

te tengo en el pensamiento

y no te puedo olvidar.

El segundo es no jurar:

pues ya hice yo juramento

sólo porque usted me diera

palabra de casamiento.

 

-Me voy a Tafalla a empoderar a la mujer navarra -dice Maravillas.

Para evitar que se repita, vuelve a contar su historia:

 

<<Me llamo Maravillas Lamberto Yoldi y tengo catorce años. Nací en Larraga. El 15 de agosto de 1936 vinieron a casa los guardias, Julio el de Falange y el hijo del churrero metido en el Requeté. Yo dormía en el piso de arriba con mi hermana Pilar, que tiene el sueño ligero y la despierta cualquier ruido.

>>Maravillas, vienen a por padre, la oí en sueños.

>>Mi hermana me había despertado muchas veces, cuando yo tenía pesadillas. Ahora la pesadilla no estaba en el sueño, me esperaba al despertar.

>>Me vestí y bajé cuando se llevaban a padre. Les dije a los guardias que quería ir con él. No podía abandonarlo. Padre es un pan. En Larraga todos sabían que Vicente Lamberto era el hombre más justo del pueblo, un humilde labrador, hijo y nieto de campesinos.

>>Fuimos al Ayuntamiento y nos separaron. No sé adónde llevaron a padre. Yo acabé en el piso de arriba. Y vinieron los ángeles a cantarme serenatas. Luego vi a doña Carmen, la matrona, sentada delante de mí. No paraba de repetir:

>>-Cerdos. Malnacidos. Hijos de Satanás.

>>Vi que mis piernas estaban llenas de sangre. Doña Carmen me limpiaba con una toalla húmeda. Me dolían tanto las piernas que sólo de sentir la toalla de doña Carmen rozándolas veía las estrellas.

>>-Tranquila, hija. Respira.

>>-¿Qué ha pasado?

>>-Has vuelto a desmayarte, criatura.

>>-¿Qué hace usted aquí?

>>-Me han llamado para que te atienda. Pensaron que estabas muerta.

>>-¿Por qué estoy así?

>>A doña Carmen le dolía el alma.

>>-Lo hicieron del primero al último, uno detrás de otro: los guardias, el falangista, el requeté, el secretario. ¡El Diablo les dio cola a todos! Sólo Dios sabe cómo has podido aguantarlo. Tus gritos eran tan fuertes que se oían por todo el pueblo. En Larraga no habrá nunca tanto dolor como el que ellos te han hecho hoy a ti, mi niña.

>>Quise secar las lágrimas que corrían por las mejillas de doña Carmen, pero no tuve fuerzas para moverme.

>>-¿Dónde está mi padre?

>>-Preso.

>>Volvieron las serenatas de los ángeles. Me desperté en un furgón con los guardias, el falangista y el hijo del churrero.

>>Tenía la ropa rota y llena de sangre. Miré por la ventanilla. Recordé la vez que estuve con padre en esa carretera entre Estella y Etxarri Aranaz.

>>-Los dejamos en Ibiricu -dijo un guardia.

>>Nos bajamos del furgón en un descampado y vi a padre. Lo habían sacado de otro coche. Me puse a gritar. No soportaba verlo atado como un perro, a empujones, con la cara desfigurada por los golpes y la ropa llena de sangre.

>>Me violaron delante de padre y a los ángeles no les quedaron fuerzas para cantarme serenatas.

>>Me mataron de un disparo en la nuca, entre risas, enloquecidos.

>>Luego el fantasma se levantó por mis ansias de seguir viendo a padre.

>>Dejaron nuestros cadáveres en lugares diferentes. A mí tardaron una semana en encontrarme. Los perros me habían comido lo gordo de las piernas, pero ya no me dolían.

>>Era verano, hacía mucho calor y mi cuerpo estaba lleno de moscas. Iker pasaba con su rebaño y me descubrió por el olor. Luego nos fuimos a vivir juntos a la cueva con mi familia.

Viajer@, si te topas con la fantasma Maravillas en el campo de Navarra, no tengas miedo, sólo escucha su historia.

 

~~~Al lector que le guste esta leyenda, que la tome como prenda~~~